En la actualidad todos tenemos un correo electrónico, por lo que este servicio de red es de los más recurrido en todo el mundo. En consecuencia, mantener la seguridad de tu correo no puede pasar desapercibido. Protégelo de intentos de phishing y cualquier otro tipo de fraude y falsificación de forma segura:
Te presentamos 4 formas de proteger tu cuenta de correo:
1. No abras correos spam
Parece obvio, pero cuán curioso somos ante un título llamativo.
Por ejemplo, los correos electrónicos de personas famosas son la mejor carnada para ser víctima de malware. Tal vez la persona no lo hizo a propósito. Ella misma fue víctima de algún tipo de programa maligno o táctica de spam, por lo que el mensaje se generó automáticamente.
Para detectar el spam debes de verificar si contiene algunos de estos aspectos:
- Están escritos en un idioma diferente al suyo.
- Poseen algunos errores porque fueron traducidos en línea.
- Son mensajes sospechosos de personas que no conoces y no tienen importancia.
- Contienen archivos adjuntos o enlaces a sitios web; esta es una de las estafas más peligrosas de todas.
2. Proteger la contraseña de tu correo
Mayormente la contraseña es el talón de Aquiles en la seguridad de los correos electrónicos. Las claves débiles que se relacionan con datos fácilmente deducibles serán una oportunidad para robar su información. No tienes que ser un hacker para saber que tu fecha de nacimiento o la de tu hijo es una de las variantes más comunes.
Por consiguiente, lo ideal al momento de seleccionar tu contraseña es que no responda a las condiciones habituales. Y que posea suficiente longitud, incluidos más de seis caracteres, y al menos una letra mayúscula y símbolos.
También es buena idea incluir un número que no sea fácil de adivinar para alguien que te conozca.
3. No guardar tu contraseña en el navegador
A menudo le decimos a nuestros navegadores que guarden las contraseñas de correo electrónico. De esta forma, creemos que ya no hace falta escribirla la próxima vez, y podemos entrar tranquilos. Sin embargo, es un gran riesgo si tu computadora está infectada con malware.
Incluso si tienes algunos complementos no deseados instalados en Firefox o Chrome, la verdad es que las contraseñas almacenadas en el navegador son fáciles de obtener. Así que evita esta práctica y trata de recordar tu clave.
4. No acumules datos como usuarios y contraseñas
Normalmente recibimos información de nombre de usuario y contraseña por correo. Si bien algunas marcas se han asegurado de que nunca se envíe esta información (te llevan a una página para crear una nueva contraseña), lo cierto es que muchas otras siguen enviando esta información al correo electrónico.
De hecho, podemos cifrar nuestros correos electrónicos y ningún ciberdelincuente puede descubrirlo. Pero la verdad es que, si las cookies de alguna manera logran ingresar a tu correo electrónico, tus datos están a su merced.
Esto significa que puedes ingresar a cualquier cuenta de usuario que hayas creado en otros sitios presionando adicionalmente “recordar contraseña” en cualquiera de esos espacios.
Son recomendaciones básicas, que comúnmente olvidamos. Así que ponlas en práctica y protege tu correo electrónico.