Uno de los problemas más comunes con las contraseñas tradicionales es que solemos reutilizarlas. Con passkeys, esto no es un problema, ya que cada clave criptográfica es única para cada servicio.
Las contraseñas están pasando de moda. Aunque por mucho tiempo han servido para autenticar nuestra identidad en sitios web y aplicaciones, aún siguen mostrándose vulnerables a ataques, robos y errores humanos. Frente a este panorama, surge una solución más segura y fácil de usar: las passkeys (claves de acceso).
¿Qué es una passkey?
Una passkey es un método de autenticación que reemplaza las contraseñas tradicionales por una clave criptográfica única. A diferencia de las contraseñas, no necesitan ser memorizadas ni introducidas manualmente. En su lugar, funcionan mediante un sistema basado en pares de claves criptográficas: una clave pública y una clave privada.
- Clave pública: es la que se comparte con el servicio o plataforma que deseas acceder.
- Clave privada: permanece en tu dispositivo y es la clave que nunca se comparte.
Así funcionan las passkeys
Cuando un usuario quiere iniciar sesión en un servicio que soporta passkeys, el dispositivo genera un par de claves criptográficas. La clave pública se envía al servidor, mientras que la clave privada se almacena de forma segura en el dispositivo (como un teléfono móvil o una computadora).
La autenticación se realiza a través de un método biométrico, como una huella digital, reconocimiento facial o un PIN, para validar la clave privada en su dispositivo.
¿Las passkeys son moda o realmente el futuro sin contraseñas?
De acuerdo con la Alianza FIDO (“Fast IDentity Online”), organización que impulsa la utilización de las passkeys para la autenticación y la certificación de dispositivos, algunas de las ventajas de las passkeys son:
- Usuarios no necesitan volver a registrar todos los dispositivos en cada cuenta.
- Claves de acceso vinculadas al dispositivo son una opción de seguridad extra para las organizaciones.
- Claves vinculadas a una plataforma son útiles para organizaciones que no requieren sincronización.
Otro aspecto destacable es que la ofrecen una experiencia de usuario fluida. Los usuarios no tienen que recordar ni escribir contraseñas complejas. Solo necesitan un dispositivo de confianza y un método de autenticación local.
La compatibilidad con múltiples dispositivos también es una ventaja. Las passkeys pueden sincronizarse entre dispositivos dentro de un ecosistema cerrado (por ejemplo, dentro de iCloud de Apple o Google), lo que permite a los usuarios iniciar sesión desde diferentes dispositivos sin complicaciones.
Desafíos de las passkeys
A pesar de los avances, hay ciertos desafíos que aún deben abordarse. Por ejemplo, para los usuarios que tienen dispositivos fuera del ecosistema Apple o Google, el proceso de sincronización entre plataformas aún no es perfecto. Además, la adopción de las passkeys depende de que más servicios y aplicaciones adopten este método de autenticación.
Passkeys contra los ciberdelitos
Las passkeys ofrecerían una seguridad avanzada. La más grande ventaja está en su protección contra a los ciberataques. Este método es inmune a ataques de phishing, ya que no se puede “robar” lo que nunca se comparte. Las claves privadas permanecen en el dispositivo, lo que las protege de ser interceptadas.
Las passkeys son un paso hacia un futuro más sencillo en el mundo digital y ¿sin contraseñas?
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